Atletismo

Lázaro García, el deporte como lección de vida 40 años después

El expolítico y atleta cacereño cuenta su reimpulso como competidor diciendo que quiere llegar a la élite europea de la velocidad máster y relata las exigencias que ello supone en su día a día

José María Ortiz

Cáceres

Cuenta Lázaro García Amado (Cáceres, 1951) de manera gráfica que «me levanto todos los días cojo». ¿El motivo? Sus entrenamientos para intentar convertirse en uno de los mejores velocistas europeos máster en el año 2026. Sí: el expolítico y expreparador físico de equipos como el Cáceres CB que subió a la ACB en el 1992 dedica su día a día a prepararse para el reto que se ha autoimpuesto, que es volver a correr «muy en serio» los 200 metros. Y todo ello, con una rigidez y una disciplina a prueba de años. Y también a prueba de enfermedades: hace tres, una trombosis pulmonar puso en peligro su propia existencia. «El equipo médico que me atendió me dijo: ‘usted se ha salvado por el deporte que ha practicado’», asegura que le transmitieron.

Hace camino de medio siglo, Lázaro García era uno de los más destacados especialistas españoles en distancias cortas. Hoy también lo es, aunque sea en categoría de mayores. Ha sido una vez campeón de España, dos subcampeón y una vez finalista en un Campeonato de Europa. «Mi entrenador, Isidoro Hornillos, uno de los mejores que hay, ve que podemos estar entre los mejores máster de Europa en esta distancia. Por eso hemos empezado a preparar la distancia con vistas al año que viene», relata el deportista.

Entrenos distintos

«Los entrenamientos de antes y de ahora no tienen nada que ver. Con veintitantos años había días que hacía dos. Hoy hago cinco sesiones a la semana de entre una hora y media y dos horas», añade el protagonista, que estará el próximo mes en el Campeonato de España en Antequera y que quiere también asistir al Europeo. «Será a modo de preparación para el año que viene. Si queremos estar en la élite europea, hay que dar este paso previo", dice ilusionado García, durante 12 años concejal de áreas como Deportes y Festejos al lado de su gran valedor, José María Saponi. «Todo el tiempo que estuve en política estuve sin hacer deporte», comenta. Por eso lo suyo puede tener más mérito.

En lo más alto del podio, tras una competición en su juventud. / Cedida

La velocidad

«En máster son muy complicadas las pruebas explosivas, como la velocidad y los saltos. Cuando se levanta uno por la mañana está totalmente cojo”, agrega. Ese sacrificio va cargado también de ilusión de algo por lo que luchar. “Es muy difícil hacer velocidad a esta edad. Yo me levanto todos los días roto. Termino de entrenar y me tengo que poner hielo, calor… esto es muy difícil», insiste el protagonista.

El último 200 que corrió fue, hace justamente 40 años, en el contexto de un campeonato de España en un encuentro que hubo entre España B, Españapromesas y España junior. “Fue en Vigo y estuvimos concentrados. Corrimos el 200 y el 4x100. Mi marca fue 21,96. El otro día hice, enfermo, 31. Mi mejor marca es 21,04», relata. «Por las series y tiempos, tendría que estar por debajo de 30», calcula. ¿Cuánto puede hacer? «Tendría que hacer entre 26 y 27 segundos” para estar en la élite europea, con los mejores. “Podemos hacerlo, pero todo requiere un periodo de adaptación. Tengo que correr muchos 200 aún y trabajar la resistencia a la velocidad», afirma con cautela.

En la Ciudad Deportiva, este lunes. / Carlos Gil

Podios recientes

El año pasado hizo podio en los dos campeonatos de España en los que participó, «en uno plata y otro oro. Este año será más complicado porque voy a una prueba que no domino», asegura. Ahora, su trabajo es todo en hierba “por mis articulaciones, que no me aguantan ponerme clavos en las series. Cuando vienen las competiciones ya empiezo a meter zapatillas de clavo. Es que a la edad que tiene uno… está todo muy estudiado. Isidoro Hornillo lo tiene todo muy controlado y trabajamos y hablamos todas las semanas».

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Especialmente agradecido al máximo, incide el veterano atleta que tiene que señalar especialmente en estos logros a Hornillos, exatleta de primerísimo nivel nacioal del que es amigo íntimo hace decenas de años y tambén a Manolo Ordiales, del club Arte Físico de Cáceres, otro de sus principales impulsores. También a los que hacen posible que pueda entrenar en el centro deportivo Triángulo y del Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva, claves para que pueda entrenar. Es la historia de Lázaro García, el eterno velocista que persigue su penúltimo triunfo.

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