Lección de carácter del Don Benito en Chapín

El Don Benito no está dispuesto a que su final de temporada pase desapercibido. Con el descenso consumado desde hace dos jornadas, el conjunto rojiblanco volvió a dar una lección de carácter este Domingo de Resurrección en Chapín, donde derrotó por 1-2 al Xerez Deportivo en un partido que recordó por momentos a un duelo de alto voltaje en la zona media-alta. La victoria, con doblete de Rosón, deja a los extremeños con la frente en alto en su segunda visita consecutiva a tierras jerezanas, esta vez con premio. Y de paso, echa una mano a su vecino Villanovense en su pelea por la permanencia.

Mientras el equipo local se jugaba sus opciones de permanencia en Segunda Federación, los de José Carlos Prieto saltaron al césped con la tranquilidad del que no tiene nada que perder, pero con la dignidad del que aún compite por respeto a sí mismo. Y eso fue lo que se vio: un Don Benito ordenado, valiente, y efectivo cuando más falta le hacía.

La primera parte dejó pocos destellos ofensivos y mucho tanteo. El Xerez Deportivo llevó el peso del balón, pero sin profundidad ni chispa en los últimos metros. Solo un centro envenenado que un defensa del Don Benito estrelló en su propio larguero hizo saltar las alarmas en el área calabazona en los primeros compases. A partir de ahí, el duelo entró en una fase plana donde ni Sebas Gil ni Matías fueron demasiado exigidos.

Tras el descanso, llegó el vendaval. En apenas diez minutos, se desató el fútbol. Primero fue Rosón quien, en el 48, aprovechó un balón suelto en zona de tres cuartos para adelantar a los visitantes con un potente disparo ajustado. La alegría extremeña duró apenas dos minutos, ya que Abraham, en la jugada siguiente, igualó para los de Antonio Fernández Rivadulla con un gol que devolvía la presión a Chapín.

El doblete de Rosón

Pero el Don Benito no se dejó intimidar. Lejos de encerrarse, volvió a atacar con decisión y encontró nuevamente a Rosón, el protagonista de la tarde. En el minuto 58, firmó su doblete culminando una rápida jugada ofensiva que sorprendió a la zaga local y dejó sin respuesta al guardameta Matías.

El Xerez intentó reaccionar con una batería de cambios y empujado por la necesidad, se volcó en campo rival. El técnico azulino dio entrada a Ingoma, Fran Núñez y Juan Gómez en busca del empate, pero se toparon una y otra vez con la sobriedad defensiva del Don Benito, bien plantado y con un Sebas Gil seguro bajo palos.

Las oportunidades llegaron en la recta final, sobre todo con un cabezazo de Ingoma que se marchó cerca del poste y un disparo suyo que obligó al meta visitante a estirarse en el descuento. En el 93, Chapín estalló por un gol anulado a los locales, en una acción que acabó con protestas e incredulidad. El colegiado madrileño Valero Barrales señaló falta previa y apagó el último intento de reacción xerecista.

Mirando al futuro

Con el pitido final, los extremeños celebraron una victoria que no altera su destino, pero sí su imagen. Un triunfo que confirma la evolución del equipo bajo el mando de José Carlos Prieto, que suma su segundo triunfo en esta recta final del campeonato y deja buenas sensaciones de cara al futuro en Tercera Federación.

Para el Xerez Deportivo, la derrota es un jarro de agua fría en plena lucha por la permanencia. Con este tropiezo, los andaluces se complican, aunque siguen dependiendo de sí mismos para mantener la categoría. Lo que parecía una jornada propicia ante un rival ya descendido, terminó en frustración.

El Don Benito encontró en Chapín su particular redención, y lo hizo con fútbol, compromiso y dos goles de un Rosón que jugó con el alma. No siempre los tres puntos sirven para ascender o mantenerse. A veces, simplemente, sirven para recordar que la dignidad deportiva no entiende de clasificaciones. Y el Don Benito, descendido pero nunca derrotado, lo dejó claro.

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