Opinión | Espectráculos

Chongqing-Cáceres

Jornada de la semana cultural china en Cáceres

Jornada de la semana cultural china en Cáceres

Durante estos días ha tenido lugar la primera Semana Cultural China en Cáceres, que ha tenido su punto fuerte con la inauguración del Instituto Panda, situado en el Espacio UEx, en la Avenida Virgen de la Montaña, un proyecto conjunto entre la Universidad de Extremadura y la Universidad de Chongqing para fomentar la difusión de la cultura china, así como el intercambio académico y la colaboración científica.

Los actos comenzaron el martes con mesas redondas, en la Facultad de Formación del Profesorado y en la de Enfermería, sobre el diálogo entre sistemas educativos y sobre perspectivas internacionales en la investigación del cáncer. Al mismo tiempo se inauguraban dos exposiciones, una sobre el sistema educativo en Chongqing, y otra de representaciones artísticas de los paisajes de la tierra de Bayu, organizada esta por la Universidad de Bellas Artes de Sichuan, la región vecina a Chongqing. El jueves hubo una exposición de caligrafía china por la mañana y, por la tarde, en el casco antiguo, una demostración de deportes tradicionales chinos. Al día siguiente, una exhibición de juegos tradicionales chinos.

Seguramente China tiene una cultura y una lengua tan distintas de la nuestra que, para conocerlas de verdad, habría que emplear en ello muchos años, pero el interés que muestran los chinos por la cultura española es incomparablemente mayor que el nuestro por la suya

Qué ignorantes somos. Reconozco que, hasta hace poco, ni siquiera situaba a Chongqing, y resulta que, si se cuenta su área metropolitana, es la ciudad más poblada del mundo, con 32 millones de habitantes y un término municipal cuya extensión dobla la de Extremadura. Chongqing, como nuestra región, se halla tierra adentro, muy lejos del mar, pero junto al río Yangtsé.

Seguramente China tiene una cultura y una lengua tan distintas de la nuestra que, para conocerlas de verdad, habría que emplear en ello muchos años, pero el interés que muestran los chinos por la cultura española es incomparablemente mayor que el nuestro por la suya. En los últimos años he tenido varios estudiantes que habían estudiado algo de japonés, pero no chino, aunque la cultura china es más antigua y rica que la japonesa. Su sistema dictatorial influye en esa falta de interés: también durante el franquismo, en Francia o Alemania se miraba con desdén a la cultura española y se prefería aprender italiano que español. Pero en un momento en que la errática política de Trump está contribuyendo justo a lo contrario que pretendía, y reforzando el liderazgo mundial de China, resulta aún más acertado profundizar en las relaciones y conocimiento mutuo.

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