El PSOE, culpable

En la India se ha estrellado un avión de los grandes y por una ventanilla ha salido ileso el único superviviente. Como Sánchez. Como si el cataclismo no fuera con él. Como si nada. Según Sánchez lo ocurrido no tiene que ver ni con su Gobierno ni con su partido. Literal. El golpe no le ha arrugado el traje. Ni la caradura. Tal cual. Y ahí sigue, con la vista puesta en 2027. Solo algo de humo le asoma por la espalda… Nada más. Aparentemente.

Que Sánchez no está por convocar elecciones es algo que hemos aprendido a fuerza de trapacerías. Eso no sorprende. Sánchez no se irá hasta que lo echen. Pase lo que pase. Este avión lo pilota un loco. Un loco inmoral. Claro que el personal de cabina no le va a la zaga. ¿Por dónde empezamos? Por el principio, por la banda del peugeot, aquellos cuatro desahuciados de toda moral que se encaramaron al PSOE amañando votaciones. Lo supimos siempre, hoy podemos probarlo. Ese es Sánchez. Ese es el PSOE. De aquellos cuatro, tres están calcinados. El cuarto va camino. Lo anuncia el humo que le asoma. Once años de mentiras y mordidas. Once años de engaños y trapisondas. De prostíbulo en prostíbulo y tiro porque me toca. Koldo, Ábalos y Nicoleta. ¿O era Yesica? Las dos. O las tres. Para ti, para mí y el «impuesto» para el partido. PSOE lo llaman.

El PSOE está al borde del colapso. No sé si Sánchez I el Malo lo sabe. Él quiere presentarse a las elecciones. Quizá el PSOE lo consienta… Según Tezanos cada día son más los españoles -ese extraño magma- que quieren votarle

Ellos y los otros. Que el PSOE es culpable no ite dudas. Tampoco que los otros son también culpables. Los otros son los que trincan de España chupando por la goma de Sánchez. Sánchez, que no tuvo reparos en compartir su peugeot con tres arribistas como Santos, Koldo y Ábalos, tampoco los ha tenido en compartir la Moncloa con comunistas y separatistas de la calaña de Iglesias, Díaz, Rufián y Puigdemont. Una cuadrilla que nos atraca a diario. Y Marruecos. La entrega del Sahara. Y todo lo demás. La amnistía. La ley del sí es sí. La tesis. La falta de presupuestos. El fango. Y entre todos los miserables los más miserables los del PNV, la vieja del visillo. La derechita del odio a España, del trinque de lo mío mío y lo tuyo también mío, los del roble de Guernica que resultó ser un nogal que daba nueces. La única pregunta es hasta cuándo toda esta gandalla sostendrá al felón.

Sánchez, con la caradura elevada a la enésima potencia, anuncia que en las próximas elecciones el candidato del PSOE será él. Eso sí que sorprende. Él, el marido de Begoña. Él, el hermano de David. Él, el que lleva once años haciéndose el tonto. Le oigo y creo que se lo cree. Y me pasmo. Si sucede, será culpable, una vez más, otra vez más, el PSOE. El PSOE, la PSOE de tipos como Patxi López, turiferarios que con el mismo desparpajo cargan con los muertos que pactan con los asesinos. En Ferraz están todos carbonizados, de Ábalos a Tezanos, de García Ortiz a Conde Pumpido, de Begoña a Santos, de Marlaska a Bolaños, de Zapatero a Gallardo. El PSOE está al borde del colapso. No sé si Sánchez I el Malo lo sabe. Él quiere presentarse a las elecciones. Quizá el PSOE lo consienta… Según Tezanos cada día son más los españoles -ese extraño magma- que quieren votarle. Quizá. Yo, de momento, lo único que veo es el humo que le asoma por poniente. Y va a más…

Suscríbete para seguir leyendo