Entrevista. Argentina, cantaora

«Sé a donde voy porque voy a parte de mi tierra»

La música escapa a la geografía y aúna certezas, cultura y sentimientos. Por eso Badasom vuelve a resonar con fuerza en una frontera que, lejos de serlo, une y abraza. Este año a la provincia de Huelva con la actuación de la cantaora Argentina, que presenta en exclusiva ‘Cante & Saudade’. Una oportunidad, el 5 de julio, para disfrutar de la versatilidad de una voz, diferente a todas, brillante y única.

Argentina, cantaora.

Argentina, cantaora.

¿Qué vamos a encontrar en ‘Cante & Saudade’?

Es flamenco y un disfrute del fado al que me acerco con todo el respeto del mundo. Buscamos una fusión, por eso esa noche estaré rodeada de músicos españoles y portugueses. Las guitarras flamencas de José Quevedo ‘Bolita’, Eugenio Iglesias y Francis Gómez junto a la portuguesa João Simâo. La viola lusa de Luis Guimarães, la percusión de José Carrasco, el piano de José Carra y las palmas de Jorge Bautista, Oruco y Juan de Oruco. ¡Estoy emocionada! 

¿Ha sido complicado?

Me meto de lleno en este espectáculo porque me gustan los retos y es verdad que podía haber ofrecido algo tradicional, pero teniendo Portugal tan cerca…, vosotros, ¡y nosotros! Ya en el disco ‘La vida del artista’ hice un fado, ‘Estranha Forma de Vida’, que me encantó. Por eso yo ya lo tenía en mi mente y sabía, que más tarde o más temprano, iba a hacer este espectáculo. Ahora también me he dado cuenta de que ¡es muy difícil! El fado es complicado y el tema de los idiomas lo llevo mal: la pronunciación más que la música. Ahora bien, estoy trabajándomelo mucho y estoy deseando verme ahí arriba con todos esos músicos. Iremos mezclándonos, españoles y portugueses, en unos temas y en otros.

Además, un estreno total y absoluto… 

Si, totalmente. ‘Cante & Saudade’ es una obra hecha, expresamente, para Badasom. Lusimi, mi mánager, llevaba un tiempo hablándome de este festival, ¡Años hablándome!, que le hacía muchísima ilusión. Siempre me hablaba de flamenco y fado y ahora me ha llegado la oportunidad. Al tocar por otro género que no es el mío siempre me cuesta porque necesito que me llene. En el flamenco conoces todos los palos, pero depende de cómo te encuentres puede sonar de una manera o de otra. Cuando he cogido tango argentino o copla me he apoyado en la emoción, en lo que me llega, y con el fado me llega ese ¡olé!

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¿Qué ha sido lo más complicado y lo más fácil?

¿Fácil?, la música que me entra muy rápido, pero en la pronunciación sigo machando. Creo que el fado no se entiende si no se le impregna ese carácter, esa ‘r’ y ‘s’ tan pronunciada…, claro, todo filtrado por mí, porque no quiero hacer una imitación. 

Y ante un público que sabe de flamenco, que sabe lo que va a escuchar… 

Sé a donde voy porque voy a parte de mi tierra. Huelva y Badajoz son muy parecidas, ¡hasta en el deje, en los ‘mijinas’! me voy a sentir como en casa (se ríe) En este espectáculo va a ver una parte muy dedicada a Badajoz recordando a Porrina, a La Marelu, que me encanta y me enamora su cante. Y respecto a la fusión, Amália decía que le encantaba el flamenco y llegó incluso a cantarlo. Era una mujer muy ligada, como no, al fado, pero también al flamenco y a Badajoz. Esa mezcla me parece maravillosa. ¡Hasta el vestuario va a estar relacionado con esa fusión! Esta obra me toca la fibra porque desde pequeñita he estado viajando a Portugal, ¡como vosotros, está tan cerca! Además, ¡tengo una anécdota preciosa!

¡Cuénteme!

Yo canto en el 2012 en el Patio de las Jabonerías en Ayamonte, un lugar por donde han pasado los mejores, de todos los géneros musicales y como le digo, tuve la suerte de pasar por allí, y para la ocasión me preparé ‘María La Portuguesa’ por bulerías. Me vino una amiga a ver…, y entre unas cosas y otras, ¡me compré una casa en Ayamonte! Y un día, el Bolita (guitarrista) me mandó el enlace a una columna del periódico donde salía la hija del que mataron en la historia de María la Portuguesa. Cuando me di cuenta de que verdaderamente esa María existió, ¡que yo no lo creía! En la canción ella habla de que se enamora de un contrabandista de marisco, pero en realidad, la historia real es que la contrabandista era ella que se enamora de una ayamontino que, con muy poca edad, lo matan en orillas portuguesas, en las salinas, ¡enfrente de mi casa! Ahora cuando la canto, ya lo hago sabiendo la realidad de todo, y eso me emociona mucho. A esa María, que en realidad era española y que de portuguesa tenía el mote, yo ya le canto, ¡como si cantara a mi familia!

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