Juan Bolea, autor de 'Casa de indianos': "El culmen de mi carrera sería que se me considerara un autor total"

Hace años que el prolífico Juan Bolea lleva reinventándose, cultivando otras facetas como la teatral (ya ha estrenado dos producciones no sin éxito) y ahora con 'Casa de indianos' (Menoscuarto Ediciones), su nueva novela ha dado un paso más allá diluyendo su patrón de 'thriller' y novela negra en otros géneros como la ciencia ficción. "Es una novela de 200 páginas que me ha llevado mucho trabajo porque planteaba, en primer lugar, la dificultad de encontrar el género narrativo o los géneros narrativos para contar una historia tan extraordinaria", señala el escritor, que llega al punto que más dificultades entrañaba esta nueva obra: "Había que resolver el problema del tiempo. 'Casa de indianos' ocurre en tres niveles temporales, el tiempo real, el onírico y el de la muerte. ¿Qué tiempo tiene la muerte? ¿Cómo ocurren las cosas en el tiempo de la muerte? Conjugar esos tres niveles ha sido la gran dificultad para conseguir que todo se entendiese perfectamente, que la novela sea linealmente narrativa y comprensible, pero al mismo tiempo mágica", explica Juan Bolea.

'Casa de indianos' "escapa a la novela negra, a la novela policíaca, y plantea cosas diferentes, plantea un género mixto, apuntado hacia la ciencia ficción. Creo que es una novela de género fantástico, entendiendo por fantástico lo que entendía Edgar Allan Poe, aunque también tiene algo de 'thriller'". Es, en definitiva, "una novela bastante original y que probablemente aporte algo, sobre todo en lo que es el tratamiento del tiempo de la muerte. Ahí estaba la gran dificultad y se ha podido resolver porque el lector no va a tener dificultad ninguna en situarse en cualquiera de esos niveles narrativos".

De qué va la novela

En la novela, un director de teatro Manuel Martínez Farriols tiene un sueño que iba a perturbarle durante los tres días que le separaban de ese atroz asesinato que había visto en su delirio. Incapaz de liberarse de esa pesadilla, se dirigirá a la casona que vio en sueños con el propósito de advertir a su dueño del mortal peligro que le acecha, pero sin saber con qué ni a quién se va a encontrar.

"Aunque trate el tema de los sueños y de la muerte, una novela tiene que arrancar de la realidad, de un hecho que periodísticamente pudiésemos contar en este medio o en la televisión. Aquí hay momentos donde el sueño se apodera de la narración, pero yo creo que una y otra vez el lector vuelve a la realidad y comprueba que se están dando datos que vienen de otro lugar, pero es de la mente. Y la mente puede ser una fuente o debe ser una fuente como cualquier otra", reflexiona en voz alta Juan Bolea. Y es que el escritor tiene claro que «la novela realista por negra que sea, es una novela áspera, dura y cruel a la que muchas veces le falta encanto porque le falta el arte. Soy un gran irador de Zola o de Galdós o de tantos otros, pero son demasiado realistas para mí. Falta la mano del pintor y yo intento aportar eso. Desde el primer momento en mi carrera he querido transformar la realidad, comentar la realidad en el periodismo, analizar la realidad en cualquier otro medio y sobre todo, reinventar la realidad y reinventarme yo fundamentalmente para no hacer siempre lo mismo".

Una novela "extraordinaria"

Con una sólida trayectoria a sus espaldas, Juan Bolea explica con orgullo que todo lo que ha escrito desde los 12 años se ha publicado: "Yo quería ser leído y tener lectores y tenía que escribir para ellos, para que comprendiesen. Mi obra ha girado en torno a esta idea. De ahí la dificultad de 'Casa de indianos', que es una novela que en principio plantea grandes problemas de comprensión ajena, y ha conllevado un esfuerzo de estructura para que tuviera estructura al final de novela total. Siento que es una novela extraordinaria», afirma.

Esta novela llega en un año "extraordinario" para Juan Bolea. "En 2025 se cumplen algunos de mis grandes sueños, entre ellos el acercarme, modestamente, porque me falta todavía mucho, a lo que sería para mí el culmen de mi carrera, que se me considerase como un autor global, como un autor total, que puede escribir en cualquier formato, en el relato, en la novela, en el teatro, en el cine, en el ensayo, en la crónica, en la columna, en el reportaje y que realmente ha experimentado con todos esos géneros para dar salida a sus pensamientos y a sus ideas", asegura.

Próximamente, verá la luz un "ensayo disfrazado de crónica que va a publicar el Gobierno de Aragón sobre el periodo en la comunidad desde la muerte de Franco hasta 1982 con los ojos del muchacho que era yo con 17 pero con la capacidad de análisis que puedo tener ahora". Además, en octubre se estrena la película basada en su novela 'Parecido a un asesinato', con Blanca Suárez y Eduardo Noriega. Y ese mismo mes estrenará en el Teatro del Mercado una versión de la 'Celestina' "moderna que yo creo que gustará y que cierra este año mágico para mí".