Vox se queda solo con su ley de concordia: "El sentir de la calle es que Guardiola es socialista"

"Quién iba a decirnos que hoy, 50 años después, Franco iba a estar más vivo que nunca". El pleno de la Asamblea de Extremadura ha celebrado este jueves el debate de la propuesta de ley de concordia de Vox, que no ha superado el primer trámite parlamentario después de que el PSOE y Unidas por Extremadura se hayan abstenido en la votación de la enmienda a la totalidad del PP. "El sentir de la calle es que Guardiola es socialista", ha clamado la formación.

El diputado Álvaro Sánchez-Ocaña se ha quedado solo en la defensa de una propuesta que buscaba derogar la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura para "acabar con la manipulación histórica promovida por la izquierda y respaldada ahora por el PP". "Las leyes de memoria enfrentan porque se basan en la falsificación histórica, son una estafa construida a base de subvenciones y una visión partidista y sesgada del pasado español", ha defendido en la tribuna.

La ley de concordia de Vox ha sido uno de los acicates de la fallida negociación de los presupuestos y tras la enmienda a la totalidad del PP para frenar su tramitación, el diputado Laureano León ha insistido en el transcurso del debate que ni les gusta el planteamiento "frentista" de la ley de Vox, "que no ayuda nada a la reconciliación", y tampoco la actual ley de sello socialista. No obstante, y pese a que no comparten muchas cosas de este texto, se ha comprometido a seguir cumpliéndola.

Abstención del PSOE y Unidas

Además del PP, también el PSOE y Unidas por Extremadura habían presentado enmiendas a la totalidad, por lo que la propuesta llegaba a debatirse ya sin visos de salir adelante. Los populares han votado en contra de las enmiendas de la izquierda, pero finalmente los socialistas y Unidas se han abstenido en la votación de la del PP y finalmente el pleno ha tumbado la tramitación de la propuesta de ley.

Según la formación, la propuesta de ley busca, por un lado, acabar con "el relato único tanto ideológico como histórico que se ha apropiado por desgracia de la política del país en los últimos seis años", así como dejar la investigación histórica y su divulgación a los profesionales que son los historiadores. También que "todos los fondos de esta ley vayan a parar directamente a las exhumaciones, que no se pierda por el camino en todas las asociaciones, charlas y demás diatribas" como sucede, a su juicio, hoy en día, y que "ese dinero sirva para que no quede ninguna familia sin recuperar los restos de un antepasado, independientemente del bando en el que lucharon y de su ideología".

Sin embargo, según la Junta, de aprobarse en los términos en los que estaba planteada, la Consejería de Cultura se quedaría sin herramientas para avanzar en el trabajo diario de exhumación de fosas, ya que no habla de un registro real de asociaciones, el mapa de fosas o el banco de ADN.

Debate bronco

El debate ha sido bronco y el momento más tenso se ha vivido cuando la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha dicho a los cinco diputados de Santiago Abascal que "no son dignos de estar sentados en la Asamblea de Extremadura". El líder de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, ha pedido la palabra y ha pedido a la Presidencia de la Mesa que se retiren esas palabras. Sánchez-Ocaña no ha escatimado en reproches al referirse a PSOE y Unidas por Extremadura como el "rojerío clásico extremeño"o al PP como "la nueva izquierda". "El sentir de la calle es que Guardiola es socialista", ha asegurado.

Sánchez Ocaña ha considerado la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura como una "ley abyecta, propia de regímenes comunistas y ha indicado que las siglas del PP deberían significar "Parte del Problema", pues hacen "pinza" con el PSOE y son "cómplices de la izquierda".

"Ustedes ya no tienen 17 partidos populares, uno por cada comunidad autónoma, ustedes ni siquiera se aclaran dentro del Guardiolismo extremeño, donde hay dos bandos, uno más tibio, más cobarde, y otro directamente rojo", ha señalado. En respuesta, Laureano León ha reivindicado "la centralidad y moderación" del PP y ha apelado al espíritu de la Transición. Así, ha defendido "una ley de concordia diferente y desde el consenso", en la que se reivindique "la reconciliación frente a la ira y al rencor, la verdad frente a la mentira y el reencuentro frente al resentimiento".

Por su parte, el socialista José María Vergeles ha señalado que la propuesta de Vox pretende "una amnesia en una parte importante de la sociedad española". "Atenta contra los derechos humanos, es frentista y revisionista", ha dicho tras asegurar, al igual que su compañero de filas José Ramón Bello, que el PSOE "jamás va a permitir la derogación de la dignidad de las víctimas".

Irene de Miguel y Nerea Fernández, de Unidas, han criticado los planteamientos "fascistas" de la propuesta de Vox: "Es pura propaganda de la impunidad, de la mentira y del olvido. Efectivamente son herederos del franquismo", han dicho. A su juicio, la "fallida Transición" española ha permitido que los crímenes de la dictadura sigan impunes y que hoy una persona joven como Álvaro Sánchez-Ocaña pueda tener el discurso que tiene y dar clases de Historia en un centro de educación pública.