Catovi que te vi

Cáceres también tuvo su Papa

Jesús Domínguez Gómez fue enterrado en la concatedral de Santa María, por expresa voluntad, a los pies del Cristo Negro. Fue el último emisario de Dios que descansa en tierra cacereña

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Cáceres

Tras la renuncia de Manuel Llopis Ivorra por edad, la curia nombró nuevo obispo de la diócesis de Coria-Cáceres y el 24 de abril de 1977 fue consagrado el sevillano Jesús Domínguez Gómez, justo el mes que dimitió como alcalde Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano, que precisamente un año antes había contraído matrimonio en el placentino Palacio de Mirabel con María del Rosario Falcó y Fernández de Córdoba.

El nuevo obispo enseguida caló en la ciudad. Don Jesús nació en Pilas, un pueblo de Sevilla, y hablaba con las ezes. Era muy campechano y conectó con la gente. Cuando llegó al Palacio Diocesano cambió algunas cosas, por ejemplo, Llopis tenía escolta (un policía de paisano) y don Jesús, no. Llopis tenía chófer, (Jesús, que tenía un hermano que trabajaba en el Banco de Bilbao) y el moderno don Jesús tenía carnet.

Cuando terminaba el despacho, a eso de las 13.30, don Jesús se bajaba a la calle de los vinos y alternaba con los universitarios. Por la tarde hacía tertulia con los taxistas en las paradas de la plaza Mayor y San Juan. En ellas participaban célebres conductores como El Colorao, Lino o Fernando, que era de Aldea Moret.

Don Jesús cambió la sotana por el clériman y también evitó el chófer porque tenía carnet y conducía

Currista

Pero además don Jesús era muy currista. Cuentan que un día lo invitaron Las Carmelitas a dar una conferencia. Antes de las 7 de la tarde se levantó y les dijo a las monjas: «Hermanas, esto se ha acabado, que van a dar las siete y en Televisión Española echan los toros. Me tengo que ir a ver a Curro Romero».

Clériman

Don Jesús cambió la sotana de Llopis por el clériman. De hecho, don Pedro, el cura de Santiago que luego vivió en las Hermanitas de los Pobres antes de que la congregación se marchara de Cáceres, debía ser el único sacerdote de Cáceres que aún vistiera con sotana. Don Jesús murió joven, antes de cumplir los 60. Lo atendió el médico Ernesto Fernández. Ingresó en el hospital Virgen de la Montaña y cada noche los periodistas del EXTREMADURA Almudena Villar y Pumuki hacían guardia a las puertas del centro hospitalario en espera del parte médico del prelado. Don Jesús murió un 26 de octubre de 1990. A su funeral acudió el Nuncio de Su Santidad, monseñor Mario Tagliaferri.

Don Jesús fue enterrado, por expresa voluntad, a los pies del Cristo Negro, en Santa María, a pocos metros de la capilla del Santísimo donde enterraron igualmente a Llopis, convirtiéndose así en el último emisario de Roma enterrado en suelo cacereño. Su fallecimiento causó una gran consternación en la ciudad. Ciriaco Benavente fue nombrado nuevo obispo. Precisamente, Tagliaferri asistió a su ordenación episcopal. 

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