Una ubicación que aterriza con buen pie
El aeródromo de Cáceres no se estrellará esta vez
A diferencia de otros intentos, esta vez se ha elegido el emplazamiento más adecuado por estar al norte de la ciudad, en el único espacio próximo al casco urbano con suficientes bolsas de suelo no urbanizable común sin ninguna protección ambiental. Este verano se tendrá que adjudicar la redacción del proyecto

Aeródromo Sebastián Almagro, en Córdoba. / Diario Córdoba
Este verano tendrá que salir a concurso la redacción del proyecto del aeródromo de Cáceres. No del nuevo aeródromo de Cáceres, la ciudad solo tuvo en las últimas décadas un campo de vuelo en La Cervera, nada más. Esto en la historia presente, porque, si nos remontamos a un siglo atrás, la ciudad tuvo un campo de aviación, un lugar de escala en viajes de pasajeros y en un sitio donde lo único que vuela (da vuelta y se balancea) ahora es la noria, ya que de campo de vuelo pasó a ser hípico y recinto ferial. Es triste, pero hace un siglo Cáceres sí era algo en infraestructura aérea. Ahora no es nada. El nuevo y primer aeródromo se empezará a proyectar a final de año como muy pronto porque antes se tendrá que resolver el concurso. Esta vez sí se hará. No se estrellará como ha ocurrido con otros intentos.
No fracasará porque se ha elegido el lugar más sensato, el que menos inconvenientes ambientales presenta, una ubicación que ahora hace tres años, el 3 de junio de 2022, ya adelanté (en un análisis sobre posibles ubicaciones para esta infraestructura tras el fiasco de los Arenales), no por tener una bola de cristal, sino porque es una bolsa de terreno suficiente y próxima a la ciudad, al área industrial de Cáceres, cercana a infraestructuras como la A-66 y el ferrocarril y, lo más importante, en un espacio no urbanizable común sin áreas ni zonas con protecciones ambientales próximas.
Otras dos razones
Y dos datos más para pensar entonces que ese era el sitio. El primero es que cuando la dirección general de Sostenibilidad de la Junta desechó el anterior intento de aeródromo en los Arenales, le aconsejó a la consejería de Movilidad, promotor del proyecto, que se tenía que haber buscado otra alternativa de ubicación en la misma zona (el terreno elegido está algo más al norte de los Arenales). Lástima que esa advertencia no se hubiese hecho cuando se estaba redactando el estudio de impacto ambiental de los Arenales, se hubiese ahorrado tiempo y dinero.
Y el segundo dato es que hay pocas opciones más dado que al sur y al este del casco urbano lo que predominan son los suelos protegidos y la Zepa de los Llanos. Así, cuando se pensó en un aeropuerto para Cáceres se tuvo que buscar la ubicación más cerca de Aldea del Cano que de Cáceres, en la única zona que quedaba al sur del extenso municipio cacereño que estaba fuera de las Zepas de los Llanos y Sierra de San Pedro.
La tramitación
A partir de este verano empieza una tramitación istrativa que será prolongada, además del proyecto se tendrá que elaborar un estudio de impacto ambiental. Una vez obtenida la declaración positiva, esta vez no tendrían que producirse grandes inconvenientes, se procederá a sacar a contratación la adjudicación de la obra y antes se deberá obtener el terreno. El coste se estima en unos 5 millones de euros y se habla de un plazo de 4 años, serán más, pero esta vez, al menos, no se estrellará.
Hace tres años ya se adelantó la ubicación elegida
«Si se quiere buscar un enclave para un aeródromo en un suelo que sea no urbanizable y que no tenga ninguna protección, la única bolsa con terreno suficiente está en el noroeste de la ciudad, detrás de la autovía A-66 y de la reserva de terreno que se hace para la ampliación de las Capellanías. Hay otras bolsas de terreno no urbanizable común al oeste y suroeste de la ciudad, pero están demasiado próximas a Aldea Moret, el Junquillo y Ceres Golf y están dentro del cinturón de la A-66».
Esta conclusión aparece en la información publicada por este diario y firmada por José Luis Bermejo el 3 de junio de 2022, días después de conocerse la declaración de impacto ambiental negativa para localizar esta infraestructura aérea en los Arenales, una decisión que se tomó con cinco grandes argumentos, el de mayor peso fue que no se podía descartar la existencia de impactos ambientales significativos sobre la fauna del entorno, en especial sobre las aves, «con importante pérdida de hábitats, molestias y daños», así como un significativo incremento del riesgo de mortalidad por colisiones entre aves y aeronaves, «que no han sido valorados adecuadamente por el promotor -la Junta-» y que no pueden paliarse con las medidas propuestas en el estudio de impacto ambiental. Esta declaración de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica tumbó el proyecto de los Arenales y obligó a buscar una nueva localización, que es la que se propone ahora.
Lo que no fue: el campo de aviación del ferial, La Cervera, el aeropuerto internacional y los Arenales
Hace tres décadas al aeromodelismo y la aviación trabajaban para que el campo de vuelo de La Cervera se transformase en un aeródromo, además en el nuevo plan de urbanismo que estaba en redacción se proyectaba la infraestructura aérea en este espacio. Lo que se pretendía era que la pista del campo de vuelo subiese un escalón para que La Cervera tuviese mayor tráfico, un foco de atracción que, como aeródromo, generase actividad en los alrededores de Cáceres. Pero todo acabó con el plan rector de gestión de la zona de Especial Protección de Aves de Los Llanos, que confirmaba que La Cervera quedaba dentro de sus límites. Y la puntilla se la dio la Secretaría de Transporte cuando en 2022 prohibió el uso de La Cervera, que funcionaba como campo provisional.
La Cervera no fue el primer sitio para una infraestructura aérea en las inmediaciones de Cáceres. Antes estuvo el campo de aviación, en lo que actualmente es el recinto ferial. Llegó a ser un sitio de escala en viajes de pasajeros, pero su uso fue más militar y poco a poco del campo de aviación solo quedó el nombre, un hangar y refugios antiaéreos.
Dos intentos fallidos. Hasta que llegó el tercero, el más grandilocuente, cuando se anunció por la Junta de Extremadura la construcción de un aeropuerto internacional. Para localizar suficiente suelo fuera de espacios protegidos, el proyecto se llevó a las inmediaciones de la carretera de Badajoz, en una franja de suelo al sur del municipio que quedaba fuera de la Zepa de los Llanos y de la Zepa de Sierra de San Pedro. Durante años no se había logrado tener un aeródromo y de repente se anunciaba la construcción de un aeropuerto internacional. La crisis de 2008 hizo que se volviesen a poner los pies en la tierra y el olvido del aeropuerto ‘fantasma’ coincidió con la paralización de cualquier intento de intervenir en La Cervera.
Después se pasó al cuarto proyecto, en las inmediaciones de la conexión de la autovía de la Plata con la carretera de Malpartida de Cáceres. En 2015 se estuvo cerca de conseguirlo, pero no salió porque no bastaba solo con una declaración de impacto ambiental abreviada, que fue lo que presentó la Junta, promotor del proyecto, que incluso se anticipó al hacerse con el terreno, sino que se necesitaba una declaración ordinaria. El estudio de impacto ambiental se presentó en 2021, pero un año después la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica tumbó el proyecto de los Arenales con una declaración de impacto ambiental negativa, lo que dio paso al quinto intento que se tramita ahora.
Lo que será: un aeródromo al norte de la ciudad y al oeste del suelo para la ampliación de Capellanías
El Ayuntamiento de Cáceres y la Junta de Extremadura firmaron el pasado marzo un convenio de colaboración para la planificación y construcción de un aeródromo en la ciudad. Era el resultado del estudio que se había adjudicado unos meses antes para la elección de una ubicación que no presentase inconvenientes ambientales, que fueron los que llevaron a la desestimación de La Cervera y los Arenales.
Fue el consejero de Infraestructuras, Manuel Martín, el que anunció que la ubicación elegida estaba en un paraje denominado ‘Marradas de la sociedad’, cerca del polígono de Capellanías, al noroeste del casco urbano y a una distancia de 16 kilómetros en vehículo del núcleo poblacional de Cáceres. Explicó que el aeródromo será una instalación aeronáutica de uso restringido donde se permitirá el uso de aviación deportiva, privada, ultraligeros, vuelos turísticos, sanitarios y emergencias, quedando excluido el uso comercial de transporte público con pasajeros y mercancías. Es el mismo tipo de instalación en la que se pensó cuando se proyectó la infraestructura de los Arenales y la de La Cervera.
El día de la firma del convenio se anunció que el aeródromo contará con la totalidad de las infraestructuras necesarias, tales como pista de vuelo, viales de , plataforma de estacionamiento de aeronaves, hangar para aeronaves ligeras y edificio de usos comunes, así como todas las instalaciones asociadas para su correcto funcionamiento como acometida exterior de luz y agua tanto para las zonas comunes como para los hangares. La longitud de pista asfaltada será de 800 metros, con un ancho de pista de 18 metros; y está prevista otra pista no asfaltada destinada al uso de veleros con una longitud de 805 metros y 30 metros de ancho; además de otra más asfaltada para la práctica del aeromodelismo, con una marquesina para público.
Ahora se tendrá que redactar el proyecto, la previsión es que el concurso para su adjudicación salga este verano, y habrá que redactar un estudio de impacto ambiental, además habrá que obtener los terrenos, se prevé que se necesiten unas cincuenta hectáreas, y sacar a concurso la construcción de todas las infraestructuras y de los s a vías de comunicación que están próximas, como la autovía A-66 o la variante de Malpartida, que está en ejecución.
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