Del Toro muestra toda su fortaleza al frente del Giro

Lejos de venirse abajo, Isaac del Toro, el líder del Giro, se muestra más fuerte en cada etapa, aunque en el guion de la carrera figure un esprint a la vista, en un día de recuperación después de rodar sin asfalto, someterse a la tiranía de una contrarreloj bajo el diluvio y superar una jornada de montaña de lo más difícil. No va a renunciar a la victoria, no hay ningún motivo, por lo que se le complica a Juan Ayuso, su compañero de equipo y teórico jefe de filas, el asalto a la ‘maglia rosa’.

Es verdad que lo más complicado de este Giro está por llegar, porque lo que se denomina como alta montaña todavía no ha aparecido en toda la intensidad. A la organización de la ronda italiana le gusta reunir toda la dureza en la última semana; y así será a partir de este domingo. Sin embargo, Del Toro se muestra muy activo en carrera, sabe situarse perfectamente en el pelotón y aprovechar cualquier ocasión para bonificar con lo que, poco a poco, le va ganando segundos a su compañero Ayuso y al resto de contrincantes.

Este jueves, el ciclista mexicano sumó dos segundos en un esprint bonificado y el miércoles se llevó un premio de seis al cruzar la línea de meta en segunda posición por detrás del ecuatoriano y excampeón olímpico Richard Carapaz.

A 33 segundos

Ayuso se encuentra en estos momentos a 33 segundos de la primera posición de la prueba. Prefiere rodar más tranquilo y no gastar calorías de más a la hora de intentar sacar tiempo a los contrincantes. Es verdad que en una carrera de tres semanas los esfuerzos extras se pagan, sobre todo al final, pero a la vez, si se entra en acción, si se va demostrando a todos quién es el más fuerte; los demás se dan cuenta de que la carrera tiene al frente de la general a un corredor consistente, fuerte y seguro, que en este caso se apellida Del Toro.

El ciclista mexicano, como el resto del pelotón, sabía que la 12ª etapa se resolvería al esprint. No había otra lectura posible. Daba igual que se produjera la típica escapada, que nunca rodó por encima de los 3 minutos. Fueron tres corredores italianos, Andrea Pietrobon, el más resistente, Giosue Epis y Manuele Tarozzi, los que rodaron buena parte del día fugados. Hasta el pelotón les dio más vida de la cuenta. A 50 kilómetros de meta los tenían pillados y decidieron levantar el pie para mantenerlos un poco más al frente de la etapa y así evitar alguna nueva ofensiva.

Cayeron como alimento del pelotón, como siempre sucede, porque estaba escrito que todo se resolvería en un esprint. Ganó el neerlandés del Visma Olav Kooij, perfectamente lanzado en la llegada por su experimentado compañero Wout van Aert, y se acabó el combate de una etapa de recuperación donde Del Toro volvió a mostrar su fortaleza al resto de ciclistas.

La táctica de Roglic

Aparte de Ayuso, Primoz Roglic también prefirió rodar con un perfil bajo, sin que se le viese, casi en la clandestinidad, otra forma diferente y a veces muy eficaz de ver las cosas.

Ahora llega una 13ª etapa, fácil de superar, aunque con un final complicado donde algún favorito podría conseguir algunos segundos de renta, quién sabe si será otra vez Del Toro el que entre en acción.