«Mi madre siempre nos decía que teníamos que ser independientes para no depender de nadie»

Junto con su hermana Carolina hacen un tándem perfecto al frente de una de las bodegas vitivinícolas con más solera de la región, Bodegas Ruiz Torres SA. Los juegos entre barricas y las carreras por la bodega forman parte de su infancia. No entendería su vida sin el vino, ha crecido desde pequeña con la bodega en casa.

¿Su vida y la de su familia ha estado ligada siempre al vino?

No entendería mi vida sin el vino. Es cierto que mis padres desde pequeñas hicieron la tarea de inculcarnos el oficio y el amor propio hacía el vino a mi hermana y a mí. Mi madre, Carolina Peromingo, mujer emprendedora y mi padre, Antonio Ruiz, un gran empresario e incansable trabajador. Desde muy temprana edad, mi hermana con 10 y yo 9 años salimos de casa para formarnos en España y fuera de ella. Recuerdo, por ejemplo, con 12 años, en San Petersburgo, en una misión comercial a través de la Cámara de Comercio, de este modo se nos hacía participes de logros y no tan logros desde muy pequeñas

¿Cómo es la calidad de los vinos extremeños?

En la actualidad, los vinos extremeños gozan de una muy buena calidad, los extremeños deberíamos darnos la oportunidad de disfrutarlos, verdaderamente se están elaborando unos vinos con una calidad extraordinaria sin ningún tipo de complejo a la hora de ofrecerlos a cualquier rincón del mundo, es por ello que nuestros vinos extremeños se comercializan fuera de nuestras fronteras.

¿Cómo ha evolucionado el sector vitivinícola?

El sector del vino en Extremadura ha dado un giro de 180, dónde antes (apenas 25 años) fabricábamos litros de vino, ahora en las bodegas elaboramos vinos, entendiendo el concepto de terroir, de cada zona vitícola: nuestros suelos, variedades, climatología, así como el trabajo de campo y la elaboración de nuestros vinos, todo ello acompañado de bodegas dotadas con las últimas tecnologías y formación del sector. Con el objetivo puesto en la calidad y personalidad de nuestros vinos.

¿Qué aconseja para disfrutar del vino extremeño?

Lo primero y creo que fundamental, es quitarnos los complejos. No todo el mundo entiende de vinos… o cree entender de vinos. Disfrutar de una copa de vino es predisponernos a disfrutar de la experiencia que nos proporciona, es disfrutar de la compañía, evocarnos a recuerdos, aromas, matices, a personas queridas, eso es una sensación muy gratificante. En estos tiempos que vamos a toda pastilla y queremos todo para ya, el vino te propone: parar, disfrutar y sobre todo compartir con las personas que verdaderamente te apetece. Propongo que disfrutemos de los vinos extremeños, y no sean nuestros vecinos del resto del mundo los que los disfruten.