Entrevista | Virginia Rivas Artista visual
«La precariedad que vive una artista a nivel regional existe también a nivel nacional, es algo común en esta profesión»

Virginia Rivas / Cedida
Ainhoa Miguel
Vivir del arte es posible para Virginia que a sus 43 años desarrolla su trabajo como artista visual en Hervás. Desde que empezó a estudiar Bellas Artes tenía muy claro que quería crear su propia obra. Un viaje a Roma supuso una revelación personal que le cambió la vida al descubrir que quería ser artista.
¿Cuándo descubrió su vena artística y creativa?
Mi padre siempre ha pintado y mi madre es una amante del arte, por lo que creo que fui absorbiendo toda esa cultura que estaba a mi alrededor. En un principio, tenía en mente estudiar Derecho o Educación Social, pero es cierto que desde pequeña he sido muy creativa. Me encantaba todo lo que se pudiera hacer con las manos, ya fuera pintar, coser, recortar, etc… Entre visitas a exposiciones, ir al cine y otras muchas actividades, recuerdo con cariño la visita al taller de Juan Gila aquí en Hervás. Y un día, a mitad de curso, mientras estudiaba 1º de Bachillerato de Humanidades aquí en Hervás, le dije a mi padre y a mi madre que quería estudiar Bellas Artes. Creo que el punto de inflexión fue un viaje que hice a Roma con mi amiga María, me enamoré de la ciudad y fue una revelación.
¿En qué momento decide que quiere encaminar su vida profesional como artista?
Lo tuve muy claro desde que me cambié al Bachillerato artístico en Salamanca. Ya entonces sabía que quería ser artista y realizar mi propia obra. Unido a mi interés por la docencia, desde el inicio fui interrelacionando las dos ramas. Mi primera exposición fue en 2004, en el último año de la carrera. Y al salir me preparé oposiciones, aprobé en las dos ocasiones que me presenté, pero tardaron años en llamarme debido a la crisis de 2008. Así que sobrevivía compaginando mi trabajo de recepcionista y de monitora de ocio y tiempo libre, con la impartición de talleres de arte, la venta de obra, los premios y las becas. Finalmente comencé a dar clases en un par de institutos, pero fue cuando me llamaron para un largo periodo, cuando tomé la decisión de renunciar y apostar por mi carrera como artista.
¿Cómo es su día a día como artista visual?
Mi día a día es intenso y solitario. Suelo estar desarrollando los proyectos que tengo en activo, al mismo tiempo que intento generar oportunidades de cara al futuro. Ahora ya estoy comenzando a desarrollar proyectos de cara a 2026 y 2027. Aunque estoy en un buen momento, aún dedico mucho tiempo a la burocracia, a ‘plantar semillas’. Cuanto más te sitúas en el mapa el esfuerzo es menor y poco a poco me he ido haciendo un hueco. Trabajo y tengo un sueldo digno que me permite pagar el alquiler. Cuando me quedé embarazada tenía pánico de que se olvidaran de mí. Me daba miedo parar. Decir que no. Y hay que aprender a decir que no, pero siempre convives con miedo. Así que lo afronto con constancia, paciencia y trabajo, que son tres pilares fundamentales.
¿Se siente respaldada en Extremadura en tu carrera?
Sí, me siento muy querida. Hay precariedad, pero es la misma que existe a nivel nacional, es algo común en esta profesión. Cuando llegas a cierto nivel profesional, comienzas a tener unas condiciones laborales mínimas, pero hasta llegar ahí, las condiciones son nefastas. Lo cual hace que grandes artistas se queden por el camino. En Extremadura, gracias a AVAEX Artistas y asociados de Extremadura, ya se contemplan honorarios en las salas de la Junta de Extremadura, por ejemplo. Las cosas están cambiando también a nivel de diputaciones. Pero aún hay muchas instituciones en las que cobra todo el mundo a excepción del artista.
¿Cuál es su metodología de trabajo y tu proceso creativo?
Tengo una dinámica muy natural desde que salí de la carrera. Tiene que ver con mi curiosidad y perfil investigador. Desde el inicio, trabajo por proyectos, en los que comienzo con una investigación que luego se materializa a través de la pintura, el videoarte, la instalación, etc. Me interesa la relación del ser humano en sociedad y a partir de ahí van surgiendo diversas vías de exploración. A veces profundizo más en lo social, y otras ocasiones, en lo conceptual, pero casi siempre van interrelacionadas.
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