Entrevista | Espe Mendoza Árbitro internacional de baloncesto

«Vi debutar a Pau Gasol en Cáceres cuando jugó por primera vez en la Liga ACB»

Espe Mendoza

Espe Mendoza / Cedida

Ainhoa Miguel

Cáceres

Apasionada del baloncesto desde su más tierna infancia es una de las árbitros españolas internacionales más reconocidas. Cacereña afincada en Salamanca acaba de ser madre hace 6 meses y aunque se formó como Educadora Social su pasión por el deporte le ha llevado al más alto nivel de las competiciones de medio mundo.

¿Cómo una Educadora Social especializada en igualdad de género se convierte en árbitro de baloncesto?

Mi educación primaria fue en el Colegio San Antonio de Padua, la cuna del baloncesto cacereño, y siempre he estado muy vinculada a este deporte. Cuando dejé el colegio y dejé de jugar probé a entrenar y a arbitrar. Entrenar no me acaba de llamar la atención porque era estar quieta en la banda sin hacer deporte y arbitrar sí porque estaba dentro de la pista.

¿Cómo recuerda la época en la que el Cáceres jugó en la liga ACB?

Pues como una aficionada más de Cáceres, toda la ciudad se volvió loca con el baloncesto. Nosotros ya éramos socios del Cáceres e íbamos al Quinto Centenario. Puedo decir que vi debutar a Pau Gasol en Cáceres cuando jugó por primera vez en la Liga ACB, porque debutó en Cáceres. Todo esto no fue más que un revulsivo para que mi afición se convirtiera prácticamente en una pasión.

¿Cómo llegó a convertirse en árbitro profesional?

Ha sido un proceso muy largo que empieza con partidos en patios de colegios de niños pequeños y poco a poco los responsables te van viendo y te van mandando a los campeonatos de España. Entré en la rueda de la Federación Española y empecé arbitrando en diferentes ligas hasta que llegó la oportunidad de la ACB en un torneo. Luego la Federación me propuso como árbitro internacional en 2017.

¿Cómo compagina el arbitraje con su vida personal?

Ahora es todavía más difícil con la nena que tiene sólo 6 meses pero tengo la suerte de tener un marido que me apoya en todo y él se encarga ahora de la niña cuando tengo desplazamientos fuera. Esta semana he estado en Irlanda y la semana que viene me voy a Hungría. Él se queda al cuidado de la pequeña y si él tiene que trabajar también viene mi madre o algún familiar. Es algo que me gusta mucho y al final tengo la posibilidad de seguir con mi vida laboral aparte de haber tenido a mi familia.

¿Tiene muchos viajes internacionales?

Sí, prácticamente cada semana. He vuelto a arbitrar internacionalmente a partir de enero y prácticamente cada semana estoy fuera de casa. Entre semana tengo los partidos internacionales y aparte de mi labor como árbitro, tengo un contrato laboral con la Federación Española de Baloncesto como formadora de los árbitros jóvenes. Normalmente toda la formación la hago online porque son árbitros de toda España y luego con la Federación Extremeña colaboro cuando me lo solicitan. Si algún fin de semana que no tengo partidos bajo a Extremadura a ver a mi familia, al final arbitro partidos de otras categorías sin problema.

¿Qué le diría a las jóvenes promesas del deporte extremeño?

Siempre digo que el deporte es muy duro y querer dedicarse a ello profesionalmente es una cosa y poder conseguirlo es otra porque llega muy poca gente. Lo que hagas, hazlo con ganas, con ilusión y siempre con un plan B, de estudios o de lo que sea. Está muy bien dedicarse al deporte, intentar llegar al máximo, que nadie te diga que no puedes llegar, pero siempre tener un plan B porque requiere mucho sacrificio. Yo prácticamente paso cinco días de la semana fuera de casa y echo mucho de menos a la familia.

¿Qué es lo que más echa de menos de Extremadura?

La cercanía de la gente. Nosotros somos muy abiertos, cercanos y mostramos más los sentimientos. Luego echo de menos mi tierra a nivel de todo: el paisaje, el poder irte a hacer una ruta a dónde sea. Recuerdo cuando vivía en Cáceres muchas veces cogía el coche y me iba a Los Barruecos con mis perros a dar un paseo y es aire puro.

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