Opinión | Es decir

Un machismo irreprochable

El diputado de Vox al que las letras le parecen «cosas de nenas»

El diputado de Vox Juan José García, a la derecha, junto a otros directivos de la formación

El diputado de Vox Juan José García, a la derecha, junto a otros directivos de la formación

El jueves, en la Asamblea de Extremadura, el diputado Juan José García García, de Vox, se expresó de tal forma que algunas de sus señorías (no todas) se lo reprocharon por machista. Dijo que su razonamiento lo entendería hasta una señora de letras. No les pareció que el ejemplo fuera la mejor forma de ilustrar la simpleza (lo simple, perdón) de su argumento, pese a ser de los que, ante una obviedad, suele decirse: «hasta un niño lo entiende», o, ante un cuadro de Miró, «esto lo hace mi niña de seis años». La duda que queda balbuciendo es qué le habrían reprochado primero si hubiera dicho «una señora de la limpieza», su machismo o el clasismo.

Lo que el diputado García García quiso decir es que su argumentación era tan sencilla que podía entenderla incluso una persona de letras. Si dijo «una señora» en vez de «una persona» es porque en su turno de réplica se dirigía a una mujer, la consejera de Hacienda, que es doctora en Derecho y, por lo tanto, de letras (así como el diputado es doctor en Biología y, por lo tanto, de ciencias), de suerte, por cierto, que la consejera es letrada en las dos acepciones del término, como mujer de letras o mujer letrada (adjetivo) y como profesional del derecho (sustantivo). De ahí que su señoría, por mofa y desprestigio, dijera «una señora de letras».

Al diputado García García, aun siendo de Vox, no le hace falta ningún reproche por su machismo, pues es irreprochable. Aun siendo de Vox, es decir, aunque crea que las letras, a diferencia de la ciencias, son propias de débiles, como «los pálidos jóvenes que saben latín», y aunque piense que el sexo femenino es el sexo débil, en el peor sentido, y, por último, aunque asocie debilidades y concluya que a las letras se dedican las mujeres por ser lo único a lo que la mujer se puede dedicar. No es su machismo, sino que García García pueda ser diputado

Así pues, más que ofender a las mujeres, el diputado García García se mofó de quienes son o saben algo de letras y, por lo mismo, a su juicio, poco o nada deben saber de deudas y amortizaciones, que era lo que se debatía en ese momento en la Asamblea. En otras palabras, desprestigiaba a las letras, no a las mujeres. El que fuera una mujer la que defendía la amortización de la deuda y que fuera de letras (casualidad) no era razón para el machismo que se le reprochó. Si las letras deben de parecerle cosas de nenas, las circunstancias se lo habían puesto fácil.

Por tanto, aunque dijo: «Yo creo que eso hasta una señora de letras lo entiende», al diputado García García, aun siendo de Vox, no le hace falta ningún reproche por su machismo, pues es irreprochable. Aun siendo de Vox, es decir, aunque crea que las letras, a diferencia de la ciencias, son propias de débiles, como «los pálidos jóvenes que saben latín», y aunque piense que el sexo femenino es el sexo débil, en el peor sentido, y, por último, aunque asocie debilidades y concluya que a las letras se dedican las mujeres por ser lo único a lo que la mujer se puede dedicar. No es su machismo, sino que García García pueda ser diputado.

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