Ferias y Fiestas de San Fernando

Feria en Cáceres: de los toros al fútbol y a Bárcenas

El ferial no pierde demasiado fuelle pese al final de la Champions, gracias a las casetas con despliegue de pantallas y unas temperaturas más suaves. Taburete (con retraso) pone el broche a la tanda de conciertos

Cuatro pantallas desplegó Capote, que ha llenado el recinto para ver la Champions al ritmo del reguetón.

Cuatro pantallas desplegó Capote, que ha llenado el recinto para ver la Champions al ritmo del reguetón. / Carlos Gil

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Cáceres

El combo feria y y fútbol ha dado paso al sábado grande de San Fernando. Tras un regreso de los toros que arroparon más de 3.000 personas (no exento de críticas por el “saldo ganadero” del festejo). Cáceres cuelga un rato el traje de luces y coge la vuvuzela para disfrutar de la final de la Champions. Una final que ha dejado el ferial a medio gas durante varias horas, aunque los tradicionales ‘cacharritos’ (sobre todo los más infantiles, Mario Bros el Dragón Elliot) seguían funcionando a pleno rendimiento. También el Súper Tarántula y el Canguro Loco, donde había cola para montar al filo de las 21:00 horas, con 32 grados cubriendo el ferial. Aún así, se notaba mucha menos gente que en la jornada del viernes.

Colas en La Tarántula, a la hora del partido.

Colas en La Tarántula, a la hora del partido. / Carlos Gil

Multipantallas

Pero el protagonismo era para la Champions. Cuatro pantallas desplegó Capote, que llenaba el recinto sin dejar de pinchar reguetón y electrolatino a cascoporro. El despliegue de pantallas de Capote no se daba en el resto, donde la afluencia era menor. Pantalla en la Suite con la imagen congelada, donde el fútbol no era importante. Problemas técnicos también en María Bonita y El Quinto Pino, donde los animadores tuvieron que improvisar; el fútbol tampoco importaba aquí. Y lleno en la Caseta Municipal donde, aquí sí, el ambiente futbolero era absoluto. Sin música y con sonido directo (ruido más bien) desde el Estadio de Wembley. El rumor ferial daba paso a los sonidos del fútbol.

La Caseta Municipal llena para ver el final de la Champions.

La Caseta Municipal llena para ver el final de la Champions. / Carlos Gil

Y si no que se lo digan a Willy Bárcenas, el líder de Taburete que cierra la tanda de conciertos de la feria cacereña. El hijo del ex tesorero del PP es madridista y no ha dudado en retrasar el concierto en el Recinto Hípico hasta que finalizara el partido Dortmund-Real Madrid. Bárcenas augura un «buen verano» para él y los suyos. «Nuevas canciones, nuevas giras… Y el Madrid, otra vez, campeón de Europa».

Vienen de tocar en el madrileño Parque Tierno Galván. Y el pop español de Bárcenas y Antón Carreño, que cuenta con más de un millón de oyentes mensuales en Spotify, tiene un calendario bastante apretado para el verano: Feria de Barbastro, Occident Summerfest en Girona y en Sevilla actúan en el Icónica Fest, donde también recalarán los Robe, que abrieron los conciertos de la feria cacereña el pasado 17 de mayo. Al cierre de esta edición, Taburete no se había asomado al escenario.

La veleta musical de esta edición de San Fernando también incluyó el viernes a Los Panchos y Mocedades, que pusieron el punto de nostalgia. Fue un viaje en el tiempo que llenó el recinto. 

Ajenos al final de la Champions y disfrutando en la caseta de El Quinto Pino/María Bonita.

Ajenos al final de la Champions y disfrutando en la caseta de El Quinto Pino/María Bonita. / Carlos Gil

Costes

Mas allá de los conciertos, el ferial centró el sábado grande. La polémica de los precios no pareció hace mella alguna: «Los feriantes también tienen derecho a vivir. Yo no veo que los precios sean desorbitados. Son cuatro días; quien no quiera, que no venga», espeta Rosa María Jiménez antes de participar en la ruleta de la surte gigante de la mítica Tómbola de El Maño. 

«Es una vergüenza. Hay personas que no se lo pueden permitir por escasos recursos económicos. Que el ayuntamiento baje los precios a los feriantes y así también bajarán el ticket de las atracciones», señala Pedro Mendoza. «No se parece en nada a la feria de hace unos años, luego los empresarios se quejaran que la gente no va. Es un abuso», resume Andrés Castaño. «Se arriesgan mucho. El año pasado con la Dana tuvieron pérdidas; yo no lo veo caro», dice Manuela López. 

Desde la Caseta Municipal enumeran los altos costes a los que hacen frente para ofrecer un espacio de calidad: máquinas de aire acondicionado para combatir el calor, estructura con suelo de madera y moqueta, equipo de luces, máquinas de humo, láseres... etc. Un despliegue que tiene un alto coste. 

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