La Feria de Día de Cáceres: un fenómeno al alza

El sábado de feria comenzó con buen pie. Durante todo el mediodía, la zona de los Obispos y las calles San Pedro de Alcántara y Moret volvieron a convertirse en el mejor escenario para disfrutar de la ya tradicional Feria de Día. Terrazas llenas, risas que se mezclaban con brindis y un ambiente festivo que, en esta ocasión, convivía con el otro acontecimiento importante del sábado en la ciudad: el partido a vida o muerte del Cacereño.

La jornada reunía a personas de todas las edades, evidenciando que cada vez son más los que optan por disfrutar de esta festividad en el centro de la ciudad durante el día, reservando las casetas del ferial para la noche. Para muchos, incluso se ha convertido en la parte favorita de las fiestas.

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Sheila, Laura, Rocío, Ángela y Blas son cuatro jóvenes que comparten unas cañas bien frías en una terraza a la sombra entre grupos de amigos y familias. «La idea del centro nos gusta más para tapear y tomar algo», comentan. Para ellos, las casetas son sinónimo de noche y copas.

Unos metros más adelante, un grupo de once médicos que actualmente realizan la residencia en Valladolid han elegido la feria de Cáceres como destino para una despedida de soltera. La protagonista es María, a quien sus amigas han traído ‘engañada’. Rocío, la única extremeña del grupo, cuenta que llegaron el viernes y que «aún nos estamos recuperando de la resaca del Día de San Fernando», confiesa entre carcajadas.

«Lo importante es que nos lo estamos pasando en grande». Sin embargo, el itinerario lo tenía claro: disfrutar del ambiente del centro hasta que el calor cesara, y luego entregarse al baile en las discocasetas del recinto ferial.

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Por lo general, los cacereños valoran el auge de la Feria de Día en los últimos años. «Me encanta. He ido a ferias en otras ciudades y echaba de menos que Cáceres apostara por algo así», comenta Juanjo, un joven ataviado con la camiseta del Cacereño, quien se mostraba nervioso antes de acudir al partido del equipo de su tierra.

Además, subraya que es una forma de apoyar a los bares y restaurantes locales: «Preferimos comer en el centro, sobre todo por los precios. Y mejor dejar el dinero a los negocios que están aquí todo el año». Con calor, cerveza y muchas ganas de pasarlo bien, Cáceres ha vivido este mediodía una auténtica fiesta en la calle. La feria de día sigue ganando adeptos... y razones para quedarse.

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