El joven de Cáceres que lo dejó todo para cumplir su sueño de ser torero

Mes de agosto del año 2015. Emilio de Justo anuncia que toreará una encerrona en la plaza de toros de Hervás. El calor no se salió con la suya y la gente había respondido a la llamada. El diestro de Torrejoncillo sale a hombros por la puerta grande tras cortar seis orejas a animales de distintas ganaderías. Entre la muchedumbre, había un niño. Se llamaba David Gutiérrez, solo tenía siete años, iba acompañado de sus padres y aquel día se dio cuenta de que su sueño era ser torero. Era un figura prácticamente desde que tenía uso de razón. Todo lo que le pillase a mano le servía para dar un pase: servilletas, toallas, papel de cocina... Y ya no había vuelta atrás. Quería lograr su cometido, y ha tenido la suerte de contar desde el primer momento con el apoyo y la ayuda de su padre y su madre.

De Cáceres y de Montánchez

Nacido en junio de 2008 y criado en la ciudad de Cáceres, no esconde su pasión por su pueblo, Montánchez. En su rostro se vislumbra a la perfección la ilusión de quien está trabajando a diario y ya está recogiendo algunos frutos, mezclado con la chulería característica que un matador debe siempre tener y una confianza en sí mismo que le hace responder las preguntas como si llevase toda la vida frente a un micrófono. Es un niño, todavía no ha hecho ‘nada’, pero apunta unas maneras espectaculares para situarse muy alto en un futuro. Eso sí, la de torero es una carrera que hay que ir madurando poco a poco. 

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David Gutiérrez, el niño que sueña con ser torero

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Debut

Fue el año pasado cuando debutó vestido de luces sin picadores después de estar inscrito en la Escuelta Taurina de Badajoz desde 2020, una institución a la que le está eternamente agradecido. Fue en El Boalo, en Madrid, el 6 de julio, donde cortó cuatro orejas y un rabo (¡menudo arranque!). Gracias a este comienzo y a ir obteniendo buenos resultados en cada coso que pisaba, en su primera temporada hizo unos 15 festejos entre clases prácticas y novilladas. Concluyó la campaña y él siguió hacia adelante. Entrena unas dos horas, día sí y día también, en la plaza de toros de Cáceres. Y tiene unos compañeros de lujo: el novillero Darío Romero, el banderillero Álex Benavides y el maestro Emilio de Justo.

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Gran 2025

Pasa el tiempo y llega 2025. Su buen hacer y lo bien que se han movido sus padres le ha abierto varias puertas. Lleva ya cuatro festejos con grandes resultados. Comenzó en la Puebla del Río, el pueblo del maestro Morante, donde cortó dos orejas y un rabo dejando un gran sabor de boca. Continuó en Ciudad Rodrigo el Martes de Carnaval junto a Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y Manuel Diosleguarde y se llevó un doble trofeo, proclamándose triunfador del Bolsín Taurino Mirobrigense. También se presentó en Francia, en Magescq, donde la espada se llevó el triunfo.

Su cuarto festejo del año hasta ahora fue en Arnedo, resultando ganador del Zapato de Plata 2025 en marzo. «Esta siendo un comienzo de temporada muy bonito e ilusionante porque estoy dando motivos para que hablen de mí, pero tengo que seguir e ir hacia arriba todo lo que pueda», cuenta David Gutiérrez. El 20 de abril volvió a participar en el Alfarero de Plata de Villaseca de la Sagra, donde resultó vencedor. También lo hizo en el Cairel de Plata de Alburquerque o fue finalista en el prestigioso bolsín de Bougue.

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Lo que resta de temporada será más que ilusionante con su primera actuación en la Real Maestranza de Caballerías de Sevilla, en el próximo mes de julio durante una novillada nocturna. También estará en una clase práctica nocturna en Badajoz y tiene especial esperanza en sus citas en Francia: Dax y Mont de Marsant.

¿Olivenza 2026?

El objetivo que tiene actualmente y por lo que trabaja cada día es que su debut con picadores llegue en la Feria de Olivenza de 2026. «Los tiempos de Dios son perfectos y daré el salto cuando tenga que hacerlo», dice. Eso sí, es evidente que su sueño a largo plazo es pisar plazas de primera Las Ventas. Pero no olvida a su Cáceres, ni al coso que le está viendo crecer. David también quiere triunfar en la Era de los Mártires.

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La decisión

Y para poder dedicarse a su pasión, ha tenido que tomar una decisión muy complicada: dejar los estudios a un lado. «Mis compañeros del instituto siguen formándose para dedicarse a lo que quieren ser en un futuro. Y yo quiero ser torero, así que al final estamos en la misma situación», asevera. Lo mejor es que sus padres siempre le han ayudado:«Se lo debo todo a ellos, nunca me han fallado. Mi padre es la persona por la que entro a matar, quien me lleva a Badajoz a entrenar, quien me consiguió los primeros trajes de luces... y mi madre es la mujer a la que le debo la vida», dice orgulloso. Por el momento, asisten a todos los festejos que hace su hijo, quien tiene la suerte de no haber recibido aún una cogida fuerte:«Sé que el momento llegará, pero espero que tarde y poder recuperarme cuanto antes», incide.

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Un torero transparente

David Gutiérrez, un torero transparente que, cuando está frente a un animal, se le nota a la perfección la verdad con la que trata al astado. Y eso contagia al público. Espera pronto una oportunidad de lidiar cerca de su tierra y que toda Extremadura se dé cuenta de lo que Cáceres tiene. Entrenando a diario con Emilio de Justo, ese maestro por el que se enamoró del toreo, que ya la tiene prácticamente como un ahijado y se le lleva a tentaderos por toda la provincia, solo puede crecer y crecer. Pero David, con los pies en el suelo, está buscando un estilo único que le distinga y le convierta en una figura a nivel mundial. Estaremos atentos. Aquí hay futuro.

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