Declaraciones

Nadie vio quién disparó a la niña fallecida en el tiroteo de Plasencia

No hay testigos de momento que puedan asegurar la procedencia de las balas que mataron a la pequeña

Su madre dijo ante el juez que vio un coche y escuchó los disparos, pero no pudo ver nada al estar escondida

La madre de la niña fallecida en el tiroteo de Plasencia, con su abogada.

La madre de la niña fallecida en el tiroteo de Plasencia, con su abogada. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Plasencia

Hoy por hoy, no hay ninguna persona que viera quién disparó la bala que mató a la niña de dos años de Plasencia en el tiroteo que tuvo lugar en el barrio de San Lázaro el pasado 30 de marzo. Aunque su madre haya declarado públicamente que los disparos los hicieron los Loletes, vecinos del barrio, lo cierto es que no pudo verlo porque estaba escondida con su hija y otras personas en una vivienda, intentando evitar precisamente que les hirieran.

Así lo ha reconocido ante el juez en la declaración que ha hecho este lunes. Era la tercera que hacía, ya que prestó declaración dos veces ante la Policía Nacional, una durante la madrugada del día 30 y otra pasadas las nueve de la mañana de ese día.

Declaraciones ante la policía

La primera vez, dijo haber reconocido a tres del clan de los Hilarios, vecinos de Gabriel y Galán, que acudieron esa noche en un Audi para ver a los Loletes. Después, la policía comprobó que uno de los que identificó estaba en ese momento en el Centro de Inserción Social de Cáceres, luego no pudo haber participado. Habló entonces de cruce de disparos de los dos clanes.

En su segunda declaración, señaló que vio a tres de los Loletes disparando al coche de los Hilarios y sus balas fueron las que mataron a su hija. Lo ha repetido este lunes antes de entrar al juzgado, que las balas salieron "de la casa de David", miembro de los Loletes.

En el juzgado, no vio nada

Sin embargo, ante el juez, ha reconocido que no pudo ver la procedencia de los disparos porque, cuando estaba en la calle con su hija y otras vecinas, escuchó gritos y disparos en el barrio y rápidamente se escondió en un domicilio, cuya puerta atravesaron al menos tres balas. Dos le dieron a su hija y una tercera a una joven que también ha declarado este lunes.

La joven ha dicho ante el juez lo mismo que dijo en comisaría, que se escondió en la vivienda cuando escuchó los gritos y disparos y que no vio su origen.

Otra testigo

Hay una tercera mujer que también declaró ante la Policía Nacional y que no lo hecho aún en el juzgado. Es T. V. M., dueña de un puesto de golosinas que instala habitualmente en San Lázaro. Según dijo pasadas las cinco de la madrugada del día 30 de marzo, estaba en la puerta en compañía de algunos niños y, en un momento dado, han escuchado gritos de "correr, correr a casa, a casa, que están disparando".

Entonces, entraron en la vivienda y empezaron a escuchar disparos, "sin saber de dónde venían" y, en ese momento, la madre de la niña fallecida comenzó a decir que habían dado a la pequeña. Vio cómo sangraba y pidieron ayuda.

Por lo tanto, ninguna de las personas que se escondieron en la vivienda vio quién disparó la bala mortal.

La policía

En el atestado policial aparecen también declaraciones de uno de los encarcelados, que asegura que el Hilario que salió del coche para hablar sobre la paliza que un miembro del clan había dado a otro de los Loletes días antes en un club de alterne, llevaba "una metralleta".

Sin embargo, la policía concluyó que los disparos se hicieron en una trayectoria de arriba a abajo, es decir, desde la vivienda de los Loletes y no desde el coche que huía. Seis de ellos permanecen en prisión provisional desde que declararon ante el juez.

Informe de balística

Por lo tanto, sin testigos oculares del autor del disparo mortal, los abogados creen que lo que puede arrojar luz sobre su origen será el informe de balística, del que todavía no disponen. También se espera que señale exactamente qué arma pudo disparar las balas porque, aunque el único encarcelado con licencia de armas ha entregado un total de cinco, la policía cree que ninguna sería la que se utilizó.

Armas entregadas después del tiroteo en Plasencia.

Armas entregadas después del tiroteo en Plasencia. / POLICÍA NACIONAL

Por las balas, de 9 milímetros, podría tratarse de un arma larga (se ha entregado un subfusil) o corta, una pistola y, precisamente, la Guardia Civil ha apuntado en un informe que al encarcelado con licencia le consta que tiene dos pistolas que no entregado y, por lo tanto, están desaparecidas.

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